Las
recientes medidas arancelarias adoptadas por la administración del presidente
Donald Trump han provocado numerosas manifestaciones de interés, análisis y
reacciones dentro de los Estados Unidos y alrededor del mundo.
La
advertencia hecha por el propio presidente Trump y funcionarios suyos vinculados
al tema comercial en el sentido de que los países afectados se abstengan de ejecutar
represalias que escalarían la situación podrá ser atendida por economías
pequeñas y abiertas cuyo volumen e importancia comercial estratégica no sea
relevante para la economía norteamericana.
Honduras
con una apertura comercial (importaciones y exportaciones sobre el PIB) de 103.55%
en 2018 en lugar 52/174 países fue el país más abierto de Centroamérica
mientras Guatemala con 47.09% ocupó el lugar 150/174.
Más
del 95% de las partidas del arancel están bajo regímenes de libre comercio. En
2015, el 98% del comercio exterior de Honduras se concentraba en 29 países como
destino de las exportaciones y 30 países, como origen de las importaciones.
Según
el Banco Central de Honduras, los principales productos de exportación de
Honduras a Estados Unidos son: Alimentos, bananos, café, camarones, metales
preciosos, Tilapia, Verduras y Vegetales, Derivados del tabaco y piedra
triturada, entre otros.
En
virtud que se anticipa Honduras mantendrá una actitud prudente frente a los
nuevos aranceles de USA, el efecto esperado para las exportaciones hondureñas
al país del norte dependerá de factores múltiples.
El
espectro de los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos cuyo principal
objetivo es reducir su déficit comercial, inducirá cambios notables en la
búsqueda, identificación y ubicación en nuevos mercados para productos de los
países más afectados por el tamaño de los aranceles, incluyendo la capacidad de
versatilidad que tengan las empresas para en lugar de exportar, producir dentro
de los propios Estados Unidos o en economías no tan afectadas.
Por
ejemplo, en el caso del café se estima que la elasticidad precio de la demanda
del café en USA es de 0.3. Con 10% de incremento por tarifa, el precio
aumentará 3%. Dependiendo de la reducción en la demanda, el exportador
hondureño determinará el camino a seguir en función de aquello que le resulte
más conveniente.
Tanto
a nivel económico como ideológico, se ha culpado a la globalización de aumentar
la desigualdad. Y luce como contrasentido que el país que empujó con más fuerza
la globalización económica resulte junto con mega millonarios ejecutando una
agenda de medidas dirigidas a obstaculizar el libre comercio.
A
pesar de la reciente acción arancelaria en el denominado Día de la liberación,
la globalización seguirá su curso. Las cadenas de valor mundial seguirán
funcionando con los ajustes del caso; las bolsas de valores se estabilizarán más
temprano que tarde; y las plataformas de internet seguirán su actividad
cotidiana. Aun cuando hace 111 años no se requerían visas, con obstáculos,
continuarán viajando más de 1500 millones de turistas internacionales y casi
300 millones de personas anuales migrarán por el globo terráqueo.
Para
los países menos favorecidos, las verdaderas tarifas que provocan subdesarrollo
y más desigualdad son los permanentes ataques a la libertad y a la democracia;
la falta de acceso a la salud y a la educación; la rampante inseguridad; las ‘coimas’
a la inversión; en fin, la corrupción generalizada y sistémica que arrebata y
desvía los recursos del progreso.