El aumento de los precios afecta de manera implacable
fundamentalmente a los hogares y a las personas que dependen de ingresos fijos
ya sea sueldos y salarios o pensiones y jubilaciones. Trabajadores con ingresos
variables, están en posición de ajustarlos dependiendo de la elasticidad
ingreso o precio de la demanda de los productos o servicios que vendan.
Empresas modifican también los precios de sus bienes y servicios
dependiendo del comportamiento del consumidor y del tipo de mercado en
donde se encuentren ubicados particularmente competencia monopolística u oligopólica.
Está garantizado para el segmento de ingresos fijos, que a
medida se encogen sus entradas es insostenible pretender mantener el patrón de
consumo al que se había acostumbrado mientras los precios eran relativamente estables.
Una vez que se enfrenta la escalada de precios que inició en 2020 con la
pandemia COVID-19; se agudizó con el conflicto bélico ruso-ucraniano en 2022; y
amenaza con profundizarse con crisis financieras internacionales en 2023 es
preciso modificar la demanda y cantidad demandada de bienes y servicios.
Algunas sugerencias de carácter general para quienes deseen acomodar
el incremento de precios al tamaño de un ingreso disminuido son dependiendo de gustos
y preferencias:
1.
Concentrarse
y priorizar la lista de bienes y servicios de consumo recurrente no duradero,
particularmente los vinculados a la alimentación, aseo personal y del hogar,
así como al cuidado de la salud.
2.
Siempre
que sea posible, cotizar vía telefónica o por internet los precios de los
bienes y servicios que van a adquirir.
3.
Controlar
y racionar el consumo y uso de servicios básicos: agua, luz, electricidad,
telefonía, internet, etc.
4.
Para
el caso de diligencias en auto, plantearse una ruta crítica abarcando varios
puntos que requieran visita presencial y para el caso de transacciones utilizar
canales electrónicos.
5.
Con
respecto a productos y servicios necesarios de consumo recurrente, aprovechar
cada promoción que se le presente con descuentos y rebajas.
6.
En
lo posible evitar el financiamiento de mediano y largo plazo, a altas tasas de
interés.
7.
El
cocimiento de alimentos de ingesta diaria debe hacerse en cantidad suficiente
para cubrir el consumo de una semana conservándola vía congelamiento.
8.
Para
algunos productos, considerar el cambio de abastecedores, sí las diferencias de
precios superan los costos de concentrarse en un número reducido de proveedores.
9.
Calendarizar
el pago de obligaciones recurrentes, principalmente tarjetas de crédito y
evitar costos por intereses, recargos y multas.
10. Estar atento y disponible a aprovechar cualquier actividad
lícita que permita ampliar sus ingresos.
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