El preámbulo de los estatutos del partido LIBRE, surgidos de la
Asamblea Extraordinaria del Frente Nacional de Resistencia Popular celebrada en
la ciudad de Comayagüela el 26 de junio de 2011 donde se acordó la creación de un
nuevo partido político, indica que su misión es “recoger, interpretar y llevar
a la práctica, los anhelos del pueblo, así como buscar la construcción de una
sociedad libre, independiente, soberana, justa, democrática e igualitaria. “
Constituido mayoritariamente por exmiembros y simpatizantes
del Partido Liberal de Honduras, 10 años, 5 meses y 1 día después de la aludida
asamblea, LIBRE alcanzó el poder ejecutivo de la nación hondureña mediante una
alianza con el PSH y el PINU, alimentada por el repudio de 1.7 millones de
votantes que apostaron a un futuro incierto
buscando la salida de un gobierno autoritario y abusivo aunque se
arriesgaban a un panorama no del todo desconocido, pues la dirigencia de LIBRE
efectuó un intento fallido de asalto al poder el 27 de junio de 2009, con su
denominada IV Urna.
Un año, 4 meses y 15 días posteriores a la toma de posesión
de la presidenta Xiomara Castro Sarmiento, algunos temas de los estatutos -una
suerte de acta de compromiso permanente entre LIBRE y la ciudadanía hondureña- se
comparan con sus actos en ejercicio del poder.
La temática abordada entrecomillada se hace en el orden contenido
en los estatutos de LIBRE:
1.
DIALOGO: “vía
razonable para recuperar la paz el tejido social e institucional”. El intercambio coloquial de puntos de vista no
ha sido la característica de los principales personeros del gobierno de LIBRE a
nivel ejecutivo ni legislativo. Una combinación de conducta autoritaria y esquiva
ha eliminado el diálogo como instrumento civilizado en la solución de los
problemas del país.
2.
REFUNDACION: “Refundar
el Estado de Honduras y trasformar la sociedad, sustentando un profundo sentido
de Patria en libertad, democracia, soberanía y poder popular e impulsar
procesos que nos conduzcan a una sociedad igualitaria…” La amenaza de una
asamblea nacional constituyente para reescribir la constitución de la Republica
ha estado presente de manera intermitente desde que LIBRE asumió el poder de la
nación e incluso antes de ese evento.
3.
GÉNERO: “Garantizar
la equidad e igualdad de género; así como el respeto a la diversidad sexual,
desarraigando la cultura patriarcal en todos los ámbitos de la sociedad.” La
equidad de género, con atisbos como la integración de magistrados de la Corte
Suprema de Justicia, está concentrándose por influencia de organismos
internacionales a una agenda de diversificación sexual que tropieza con
principios constitucionales relativos a la familia y las costumbres
generalizadas de la sociedad hondureña e invade territorios hasta ahora
exclusivos del núcleo familiar en cuanto a temas sexuales, educativos y de
salud.
4.
EXCLUSION: A
pesar de que LIBRE resalta la inclusión, su práctica plantea una retórica
permanente de hostilidad y odio hacia grupos empresariales del país, considerados
en su membresía.
5.
VALORES: LIBRE
exige a sus miembros: “Actuar con base en los valores y principios de la ética
revolucionaria, diferenciándose de la práctica oportunista y manipuladora de
los políticos tradicionales.” Definida en internet como que “ética
revolucionaria, una práctica humanista de los sujetos políticos que
están comprometidos en la teoría y la acción con la justicia social, con el cambio de la sociedad capitalista, con el
socialismo”. Pero el accionar de los funcionarios de LIBRE se identifica con el
nepotismo, requisitos insuficientes para cargos, gastos superfluos,
presupuestos sin inversión física, comportamiento autoritario y taimado, etc.
Entre acciones y omisiones impropias que lindan con la negligencia, votantes de
2021 parece, desconocieron la definición de la “ética revolucionaria.”
6. LIBRE EXPRESION: “Respetar y promover la libertad de expresión, de pensamiento y debate; ponderando las opiniones diferentes, evitando y combatiendo la intolerancia, la calumnia y la marginación o exclusión en razón de sus posiciones.” Sin embargo, expresiones oficiales implícitas y explícitas, van en contra de este precepto. Y la conclusión en este asunto es que, constituye una bandera para enarbolarla solo cuando se está en la oposición o es privilegio que se reserva a las disidencias entre sus miembros.
LIBRE debe retomar su compromiso de dialogar,
antes que profundice la polarización de la sociedad hondureña y se llegue a un
punto de no retorno.
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