En el Informe Sobre el Estado de la Sociedad Civil 2025
publicado en https://publicaciotions.civicus.org.es se encuentran los avances y retrocesos de las principales áreas de interés de
la sociedad civil en el mundo en 2024 e inicios de 2025: democracia, economía,
clima y medio ambiente, tecnología, género, migración, gobernanza mundial y los
retos presentes y futuros que la SC enfrenta.
Quizá el rol más importante de la sociedad civil es
contribuir a disminuir la desigualdad política, económica y social teniendo en
cuenta el pensamiento de Montesquieu sobre pesos y contrapesos para el control
entre poderes del gobierno (El Espíritu de las Leyes publicado en 1748).
La intención práctica del balance propuesto por Montesquieu
se diluye ante el abuso de gobiernos autoritarios y populistas que destruyen la
igualdad de poderes para gobernar a discreción de manera despótica y la
sociedad civil que el filósofo ubicaba en los congresos y parlamentos, en general
no ha respondido al papel que se esperaba.
Al fallar los congresos y parlamentos, la sociedad civil ha
ido ocupando espacios en los niveles local, nacional e internacional y ha
intentado cerrar algunas brechas.
Pero, las ONG sufren falencias. Para empezar, al organizar
una ONG, los certificados de nacimiento y defunción los otorga el gobierno.
Luego, burócratas públicos exigen cualquier cantidad de condiciones y el
gobierno está siempre con la espada de Damocles, amenazante. Y lo fundamental es
su financiamiento de donde emana algún grado de dependencia y volatilidad.
La participación ciudadana que se espera de la población en
la sociedad civil se disuelve entre la abulia de la base y los intereses
creados de algunos dirigentes que sufren de pecados similares al autoritarismo:
la extensión de períodos, la transparencia y la rendición de cuentas. Este patrón
se repite a nivel mundial. Para complicar la situación, gobiernos autoritarios
y populistas utilizan la desinformación para favorecer resultados eleccionarios
en todo el mundo, con mayor éxito para la corriente socialista.
En los recientes 45 años, la colusión entre gobiernos y el
poder económico, ha exacerbado la desigualdad en los campos político, económico
y social y no se vislumbra una figura mundial como la del expresidente del
sindicato Solidaridad Lech Walesa, que por medios pacíficos contribuyó a
modificar el sistema político de Polonia y más allá de sus fronteras.
Para que las ONG retomen su lugar en la historia, precisan de
una reingeniería de la sociedad civil y de la participación individual de los
ciudadanos, incluyendo disminuir la discrecionalidad del gobierno en su
funcionamiento y gestión.
En tal dirección, la iniciativa “UNMute Civil Society,
respaldada por más de 300 Organizaciones de la Sociedad Civil y numerosos Estados, propone cinco
recomendaciones para fortalecer la participación de la sociedad civil: 1) aprovechar
las tecnologías digitales para ampliar la participación y la inclusión, 2) reducir
la brecha digital centrándose en la conectividad de los más excluidos, 3) cambiar
procedimientos y prácticas para garantizar una interacción y participación
efectiva y significativa en todas las fases de un proceso, 4) establecer un día
de acción anual de la sociedad civil para hacer balance y evaluar los avances
en la participación de la sociedad civil, y 5) nombrar un enviado de la
sociedad civil ante la ONU.”
A casi 300 años de El Espíritu de las Leyes el mundo requiere
de un moderno filósofo político, que retome el balance de poderes, en circunstancias,
con actores y dimensiones más allá del poder público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario