domingo, 29 de mayo de 2016

Cultura del Atajo

CULTURA DEL ATAJO
Se trata de una conducta que envuelve una serie de actitudes ante la vida y ante los demás. Subyace en ese comportamiento, una combinación de resistencia a seguir las reglas; la prisa por culminar etapas; el diferimiento a iniciar, continuar o culminar una tarea específica; la tendencia a concluir productos a como dé lugar; y la escasa inclinación en la búsqueda de la perfección.
En la vida estudiantil, la cultura del atajo trata de obtener calificaciones y resultados pretendiendo hacer trampa en los exámenes, copiar escritos sin referirlos o plagiar trabajos de tesis.
En el ámbito profesional y de negocios, consiste en ascender la escalera laboral y empresarial sacudiéndose la competencia con acciones desleales y primitivas; entregando productos y resultados inconclusos o incompletos y de calidad precaria. Abrazar la corrupción o coludirse con el delito y el crimen para acumular riquezas a la mayor velocidad posible, apegado al principio: “entre más alto es el riesgo, mayor es el retorno”. Y menospreciar las consecuencias.
Como peatón o conductor, ignorar los puentes peatonales, los pasos de cebra, las aceras y las medidas más elementales de precaución para evitar ser atropellados. El irrespeto de los conductores por las colas, los sitios de estacionamiento prohibidos, la altura y anchura de los pasos a desnivel y de los túneles, la capacidad de peso de los puentes, las líneas amarillas continuas, los semáforos y cualquier señal que indique condicionamiento al comportamiento racional.
La cultura del atajo es la práctica de priorizar lo inmediato por lo permanente; lo inseguro por lo garantizado; lo ilógico por lo inteligente; la angustia por la tranquilidad; la muerte por la vida, que al final, con paciencia, permite transitar infaliblemente la distancia entre dos puntos.






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