jueves, 8 de marzo de 2018

LA CIENCIA DE LO ABSURDO

Es el título de un programa que transmite National Geographic dirigido por Alfonso Herrera que trata de explicar lo que acontece en escenas de video, cuando se desafían las leyes de la física. Usualmente, las historias culminan en situaciones cómicas, sin mayores consecuencias para los actores y casi siempre dejan importantes lecciones para evitar accidentes futuros con resultados dolorosos.
Un equipo de personas, determinadas a obtener como objetivo altruista levantar un equipo de fútbol desde las ligas menores hasta la primera división de un país, a medida que se van acercando a la meta, encuentran obstáculos, deliberados o no, que intentan echar por el suelo, cualquier planificación minuciosa que beneficie al cuerpo directivo, entrenadores y fundamentalmente a los jugadores, que en un ambiente como el de Honduras, suelen pertenecer a los estratos menos favorecidos de la sociedad.
En un partido determinado de la Liga Segunda Amateur, la pelota traspasó la línea final como opción de defensa ante una jugada de peligro dando lugar a un tiro de esquina. El jugador que ejecutó la falta desde el lado derecho de la cancha, de pierna diestra, lanzó la pelota con una trayectoria de “flecha quebrada” según el árbitro asistente, que adujo, la pelota salió del campo, luego volvió a entrar para finalmente, meterse “furtivamente” en la meta dando como conclusión, la anulación del gol que desequilibraría el resultado final de 0x0. La decisión del asistente fue ratificada por el árbitro central.
La insólita decisión de los árbitros causó la inmediata reacción y protesta del cuerpo técnico del equipo afectado desfavorablemente por tan infortunada resolución arbitral. La arbitraria decisión de los jueces, encima de no reconocer el gol fue, expulsar por 6 partidos al cuerpo técnico y ahora se está siguiendo el proceso de apelación, de una sanción desproporcionada por parte del árbitro central quien catalogó como insulto que se le reiterara la imposibilidad de que el balón desafiara las leyes de la física.
Decisiones arbitrales descabelladas ocurren todas las semanas en las canchas hondureñas y en todos los niveles de competencia del fútbol, desestimulando el interés de aquellos que con sus propios esfuerzos intentan hacer algo por el bien del deporte en Honduras. El escenario se complica, cuando los directivos de la liga respectiva, en lugar de corregir fallas arbitrales garrafales, se confabulan con la mediocridad de la que forman parte por acción u omisión.
Las autoridades encargadas de dirigir el deporte más popular y conducirlo hacia mayores niveles de competencia, deben poner atención en la forma cómo se imparte justicia en las canchas de fútbol para que los actores que luchan denodadamente por el deporte no enfrenten desaguisados como la anulación de un gol, porque la pelota, ante la mirada obtusa de un árbitro asistente, fue objeto del efecto de los vientos cruzados de lo absurdo.


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