Conforme a documentos y declaraciones no oficiales, se
derivan algunos parámetros de la propuesta de reactivación inteligente de la
economía en medio de la pandemia del COVID-19.
Se encuentran dos criterios básicos para la apertura
gradual por regiones teniendo en cuenta la incidencia de la enfermedad y la
densidad poblacional así: Región 1: baja; Región 2: media; Región 3: alta.
Respecto al plazo para la reapertura paulatina de la
economía a partir del 1 de junio de 2020 se utilizan 4 criterios: incidencia,
densidad, capacidad hospitalaria y relevancia económica mientras el avance de
la reactivación se ve modificado para los establecimientos con base en su
fuerza laboral:
TABLA UNICA. PROGRESION TERRITORIAL DE LA FUERZA
LABORAL
FASES
|
REGION
1 %
|
REGION
2 %
|
REGION
3 %
|
1
|
60
|
40
|
20
|
2
|
80
|
60
|
40
|
3
|
100
|
80
|
60
|
4
|
-
|
100
|
80
|
5
|
-
|
-
|
100
|
Inicio
|
1/6/2020
|
1/6/2020
|
1/6/2020
|
Final
|
15/7/2020
|
30/7/2020
|
15/8/2020
|
Días
|
45
|
60
|
75
|
Fuente: EEl Reto
de la Reapertura y Reactivación económica
La fuerza de trabajo de los negocios estaría reintegrada
en su totalidad el 15 de agosto de 2020, exceptuando el personal vulnerable,
que estaría sujeto a un régimen especial no especificado hasta ahora.
Hay regímenes de excepción para las siguientes
actividades: transporte público, restaurantes, centros comerciales, centros de
entrenamiento deportivo e iglesias.
La definición de incidencia de la OMS es: “la cantidad
de casos nuevos de una enfermedad…” Es nuestro criterio que, por el tiempo de
desarrollo de la enfermedad y su tratamiento diferenciado, es preferible usar
ambos criterios: incidencia y prevalencia, pues este último indica la cantidad acumulada
de contagiados.
La actividades y parámetros de la FASE CERO previstas
son:
Para las empresas: Preparar lugares de trabajo; adoptar
protocolos de bioseguridad; capacitar a los empleados; gestionar salvoconductos;
y cumplimiento de medidas de bioseguridad.
Para el gobierno: asegurar la dotación de equipo de protección
temporal en el primero y segundo nivel de atención para los empleados de salud y
de apoyo que intervienen en el proceso de atención médica con énfasis en las regiones 2 y 3, en donde existe
evidencia de casos COVID-19; distribución de tratamientos ambulatorios y hospitalarios
en los centros de atención COVID-19 a nivel nacional privilegiando las regiones
2 y 3; realizar pruebas rápidas, aprobadas por la Secretaría de Salud, en las
18 cabeceras departamentales del país, para validar el comportamiento de la pandemia,
segregando para empresas con más de 100 empleados, 5% pruebas diarias y empresas
con hasta 10 empleados, 1 prueba diaria. Iniciar con 2,000 pruebas y alcanzar
5,000 pruebas rápidas diarias.
Además, asegurar acceso a la base de datos del Sistema
de Vigilancia de Salud de la SESAL y a la Unidad de Epidemiología del SINAGER para
conformar una línea base al inicio de la
reapertura económica; consolidar y asignar recursos financieros a la SESAL para
la contratación de personas que atiendan los relevos por condiciones de retiro, padecimientos
de salud o prolongados períodos de servicio; y establecer en 10% el mínimo de
pruebas periódicas a realizar en centros de trabajo, bajo la coordinación del
Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
En general, los argumentos y la lógica de la propuesta
son consistentes con planteamientos científicos reiterados. La reapertura
económica, asociada al incremento de pruebas de hasta un 1,000%, refleja la necesidad
de compatibilizar la reactivación económica con la gestión simultánea de la
pandemia del COVID-19.
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