Puede parecer que el conflicto entre Rusia y Ucrania luzca lejano: 10,653 kilómetros entre Tegucigalpa y Kiev. Pero, esa sensación distante es eso y nada más. Su impacto está causando estragos en las partes directamente involucradas; en la Unión Europea y Estados Unidos de América; y en todo el mundo a diversos niveles por los estrechos lazos que conectan a la economía y al comercio mundial.
Los efectos principales están vinculados a las
repercusiones en los precios de los combustibles particularmente por el
desplazamiento de oferentes de gas natural y su impacto en el sector eléctrico,
así como la irrupción de las cadenas de abastecimiento de bienes y servicios a
nivel planetario.
La importancia de Rusia y Ucrania es vital en la
producción y comercio de productos alimenticios como trigo y cebada en donde
ambos suman 24% y 27% respectivamente del mercado mundial. Y dada la duración
de los ciclos agrícolas, el desplazamiento de la oferta, en este caso, no será
rápido como puede suceder para otros rubros.
Ucrania es importante en la producción de maíz (15%) y
aceite de girasol (50%) a nivel mundial. La anticipada insuficiencia en la
disponibilidad de alimentos está obligando a la mayoría de los países a adoptar
las medidas de mitigación del caso para evitar hambrunas en sus poblaciones
humanas y en algunos casos escasez de alimentos indispensables para el ganado.
Para Honduras, a pesar de las cifras relativamente
pequeñas de comercio intermitente con los actores directos del conflicto,
tendrá efectos en la exportación de café y banano. Por el lado importador, el
país sufrirá por la carestía de fertilizantes y maquinaria agrícola.
El desplazamiento de ucranianos dentro del territorio de
su país y el éxodo de refugiados rebasa en forma combinada 10 millones de
personas. Un pueblo desacostumbrado a emigrar de su país se suma a los millones
de migrantes del mundo que competirán por oportunidades existentes y nuevas en
aquellos países en donde les otorguen refugio.
La connotaciones económicas, sociales y humanas de un
conflicto lejano, focalizado, provocará consecuencias en las variables del
crecimiento económico y el empleo. De hecho, se anticipa que las cifras a enero
2022 de crecimiento anual en varias regiones del mundo se moverán hacia la
baja.
En resumen, para Honduras la guerra en Ucrania
repercutirá adversamente en:
1. El aumento
de la inflación.
2. La
disminución e irrupción de las exportaciones.
3. La reducción
e irrupción de las importaciones.
4. Mayor
competencia por recursos externos de financiamiento.
5. Mayor
competencia para los migrantes hondureños.
La ansiada recuperación de los efectos de la pandemia de
COVID-19 está sufriendo un freno inesperado a causa del conflicto bélico, que
se profundizará en la medida que la contienda se prolongue.
España ha formulado su Plan Nacional de Respuesta a las
Consecuencias Económicas y Sociales de la Guerra en Ucrania, identificando los
apoyos financieros a sectores con sus respectivos montos y plazos. Es como
funciona una sociedad organizada para prevenir los daños de una situación
adversa en su población.
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