jueves, 8 de diciembre de 2022

DEBATES LEGISLATIVOS

 

Teniendo en cuenta la rapidez y ligereza con que se aprueban las leyes en el Congreso Nacional, sí esa prisa correspondiera a las ingentes urgencias del desarrollo nacional, Honduras sería de los países más desarrollados del planeta. Pero, sucede exactamente lo contrario. La ‘urgencia calificada´ en la Constitución no ha sido definida ni desarrollada y ese vacío permite que, con la sola propuesta de un diputado, aprobada por mayoría simple del pleno se dispensen 2 de 3 debates a la discusión de una ley como acontece con más del 80% de las leyes emitidas por el Congreso Nacional. Según el estudio de Gautama Fonseca, CIDH, Técnica Legislativa en Honduras, “Es frecuente que se dispensen uno o dos debates.”

La Constitución de Honduras expresa en su Artículo 214: “Ningún Proyecto de Ley será definitivamente votado sino después de tres debates efectuados en distintos días, salvo el caso de urgencia calificada por simple mayoría de los diputados presentes.” En el mencionado estudio, el Abogado Fonseca agrega: “La urgencia, como queda dicho, no sigue ningún criterio, ya que basta con que la mayoría de los diputados presentes en la sesión lo autoricen. Esto hace que no pocos proyectos se conviertan en ley sin la discusión necesaria.”

El tema de los tres debates de las leyes fue retomado en el derogado Reglamento Interior del Congreso (1982) que ha sido sustituido por la Ley Orgánica del Poder Legislativo (2013) en donde se obvia el tema del número de debates y se asume, persiste como disposición constitucional.

Asuntos cruciales como las denominadas Ciudades Modelo, después conocidas como ZEDE (2013); y la reformulación del presupuesto general de ingresos y egresos de la República 2022, fueron objeto de dispensa de dos debates. Recientemente, la modificación a la Ley Especial del Consejo de Defensa y Seguridad evidenció la intentona de aprobarla con la velocidad que ha sido “frecuente” en Honduras.

En la próxima semana se discutirá en el pleno del Congreso Nacional el presupuesto nacional 2023, con el mayor monto en la historia fiscal de Honduras (L.392,000,000,000.00) que parte de supuestos considerados optimistas en cuanto a la potencialidad productiva del país (el PIB), los niveles de recaudación  y la disponibilidad de financiamiento que desde este año se ha redirigido al uso de recursos del Banco Central de Honduras, cuyo fin primordial es la disponibilidad de divisas y la estabilidad económica. No será extraño escuchar en el pleno la moción de dispensarle 2 debates a su discusión.

La verdadera disposición de tratar los asuntos importantes de Honduras (refundar) debe comenzar con mejorar la técnica legislativa y dar el tiempo necesario en este caso a un presupuesto nacional que es equivalente a la mitad del producto interno bruto del año 2023 en términos nominales. Para que las leyes reciban el merecido respeto, debe iniciarse con descartar la inveterada negligencia en su aprobación. Salvo, que continúe prevaleciendo la ‘urgencia’ de atender asuntos de interés particular y negar la obligación de discutir a quienes representan los intereses generales de los electores en el Congreso Nacional.

 

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