domingo, 29 de diciembre de 2024

PACIENTE

 

Basado en Ambula Health, el término «paciente» se refiere a alguien que recibe servicios médicos, mientras que el término «cliente» describe a alguien que utiliza servicios o productos profesionales de una entidad comercial.

En el entorno sanitario, los términos «paciente» y «cliente» en términos médicos se emplean especialmente en el ámbito hospitalario. Los pacientes suelen ser admitidos para recibir atención hospitalaria, mientras que los clientes suelen recurrir a servicios ambulatorios como pruebas diagnósticas, terapias de rehabilitación o citas de seguimiento. La diferencia entre paciente y cliente en términos médicos puede no siempre ser inequívoca, lo que da lugar a un uso intercambiable en función de los matices contextuales.

Los proveedores de atención sanitaria mantienen su compromiso de ofrecer una atención de primer nivel que se ajuste a las necesidades únicas de cada individuo. Esto abarca la prestación de servicios médicos integrales, la atención al bienestar emocional y social del paciente y el cultivo de una experiencia sanitaria general positiva.

Un paciente es una persona que recibe atención médica o tratamiento de un profesional de la salud. Esto incluye una amplia gama de servicios, desde atención preventiva y controles de rutina hasta el tratamiento de enfermedades agudas o crónicas, lesiones y discapacidades. Los pacientes pueden ser de cualquier edad, género u origen, y pueden tener diversas necesidades de atención médica.

Los pacientes desempeñan un papel importante en su atención médica. Deben participar activamente en las decisiones sobre su atención y hacer preguntas si tienen alguna inquietud. Los pacientes también deben ser honestos con sus proveedores de atención médica sobre sus síntomas, hábitos de estilo de vida y medicamentos.

En la atención sanitaria, es esencial fomentar una relación sólida entre médico y paciente basada en la confianza y el respeto mutuo. Esta conexión trasciende las consultas y los tratamientos rutinarios y se convierte en un profundo viaje compartido por ambas partes. Los controles regulares, las emergencias inesperadas y las distintas etapas de la vida contribuyen a la profundidad de esta relación.

Enlazado con la empatía y el cuidado, el vínculo médico-paciente es diferente a cualquier otro. Va más allá del ámbito clínico y abarca los aspectos personales del bienestar del paciente. Este enfoque holístico constituye la base de una conexión duradera.

En el contexto cambiante de la atención sanitaria, está surgiendo un concepto conocido como "enfoque del cliente a la atención sanitaria". Este, concibe los servicios sanitarios desde una perspectiva centrada en el cliente, haciendo hincapié en las preferencias y necesidades individuales y en la participación en la toma de decisiones.

En el sector sanitario, la relación médico-paciente sigue siendo distinta y abarca tanto la dimensión personal como la profesional. La confianza que se establece es la piedra angular de una atención médica eficaz, garantizando una relación que perdure en el tiempo.

Recientemente se ha producido un impulso significativo para involucrar más a los pacientes en la toma de decisiones sobre su atención médica. Se alienta a los proveedores de atención médica a que incluyan a sus pacientes en la toma de decisiones cuando sea posible. Esto ayuda a cultivar la confianza e infunde una mejor comprensión y aceptación del tratamiento sugerido.

En contraste con otros tipos de servicio la relación entre el paciente y el proveedor de atención médica está pensada intrínsecamente para ser a largo plazo. Suele tenerse el mismo médico de familia durante años; el ortodoncista conoce el historial de sus aparatos ortopédicos y el oftalmólogo sigue la salud ocular a lo largo de las décadas. Esta longevidad genera un historial médico detallado, una confianza establecida y un entendimiento que no se puede replicar en una relación a corto plazo.

Esto no significa que los pacientes no puedan cambiar de proveedor de atención médica. Pueden hacerlo y lo hacen, pero el cambio suele ser una decisión importante, en la que influyen numerosos factores, como la experiencia del proveedor, la relación médico-paciente, la conveniencia, etc. Incluso cuando se cambia, la expectativa subyacente sigue siendo establecer otra relación duradera.

Existen diferencias clave entre clientes y pacientes. Los roles son similares, pero la dinámica no lo es. En uno, se busca asesoramiento sobre salud; en el otro, se indaga un servicio o producto. Una relación puede durar toda la vida, y otras duran un período de tiempo específico. Todo depende de la naturaleza de la relación, las regulaciones específicas de la industria y las necesidades y expectativas de la persona.

Comprender estas diferencias clave permite medir la profundidad de estas relaciones y subraya el nivel de participación. También da forma a la comunicación y expectativas, y prepara para mejorar estas relaciones, cuyos resultados son el mantener compensado o haber prolongado oportunamente la existencia del paciente lo que precisa gratitud imperecedera.

domingo, 8 de diciembre de 2024

La OIT y los desafíos para el movimiento sindical


En informe del 4 de noviembre de 1997 vigente 27 años después la OIT indica que, en el último decenio, el número de trabajadores sindicados se redujo, llegando a menos de 20 por ciento en 48 de 92 países estudiados.

La PEA mundial se estimaba en 1.300 millones de personas en 1995:  de éstas sólo 164 millones estaban afiliadas a un sindicato. El índice de densidad sindical fue superior al 50 por ciento de la fuerza de trabajo en 14 de los 92 países estudiados. El número de sindicalistas disminuyó en todo el mundo, con excepción de 20 países.

La pérdida de afiliaciones de los sindicatos obedece en gran medida a factores económicos como la reducción del empleo en el sector público, la exacerbada competencia económica y la disminución del empleo total correspondiente al sector industrial manufacturero; también a fluctuaciones de la afiliación sindical en países y regiones con transformación de sistemas de gobierno o de la revisión del aparato legislativo.

La sindicación en los Estados Unidos experimentó una reducción del 21,1 por ciento en el curso del decenio, registrando uno de los niveles de sindicación más bajos entre las naciones industrializadas. El cambio en la composición de la mano de obra es consecuencia fundamentalmente de la adopción de las nuevas tecnologías.

Es apremiante adaptarse

Existe un ámbito de relaciones laborales muy diferente al surgido de la economía de escala mundial, que obedecen más a la movilidad del capital, a nuevos métodos de producción y de comunicaciones y a técnicas innovadoras de perfeccionamiento de los recursos humanos que a los modelos tradicionales de relaciones de trabajo.

La OIT prevé una disminución de la intervención estatal en la economía, una mayor autonomía de las empresas y la intensificación de la competencia por los puestos de trabajo y las inversiones disponibles. Las consecuencias negativas de estas tendencias en el plano social es asunto de interés tanto de los gobiernos como los empleadores y los trabajadores.

Las formas que adopten las futuras relaciones de trabajo serán determinadas en gran medida por senderos que empleadores y trabajadores sigan para resolver la contradicción entre las políticas basadas en la cooperación versus las relaciones laborales tradicionales ­ en que reposan la mayoría de las estrategias de perfeccionamiento de los recursos humanos­ y las relaciones de trabajo tradicionales, basadas en la empresa, que suponen la existencia de sindicatos y de la negociación colectiva.

Hay que buscar la "complementariedad" de ambas vías, sin menoscabar la función de los sindicatos, basadas en la cooperación entre los interlocutores sociales, o cuando se refieren a materias sociales más allá del ámbito de la empresa.

Nuevas estrategias de empleadores y sindicatos

La OIT observa que, usualmente los problemas de los sindicatos se han agudizado por decisiones de las propias organizaciones, y que es preciso que éstas encuentren soluciones innovadoras. La reducción de ingresos por disminución del número de afiliados ha favorecido la fusión de sindicatos, que buscan racionalizar su funcionamiento. Ello tiene como contrapartida que las grandes organizaciones fusionadas terminan distanciándose de sus bases.

Los sindicatos siguen ocupándose de los trabajadores empleados por las empresas de mayor tamaño, dotadas de sistemas de producción en gran escala y descuidan al creciente número de trabajadores de las PYME o del sector de servicios, así como a los que tienen empleos atípicos, como ocurre con los que trabajan a tiempo parcial (empleo por hora), remoto o en el sector informal. Las organizaciones de empleadores han cometido errores análogos, pues no han sabido organizar a las PYME ni a empleadores del sector informal.

Para enfrentar los obstáculos, los sindicatos y las organizaciones de empleadores están concibiendo nuevas estrategias, entre las que destacan las siguientes:

Oferta de nuevos servicios ­ Ambos se ocupan hoy de prestaciones sociales complementarias, servicios de asesoramiento, programas de capacitación en comunicación profesional, creación de redes de empleo, etc.

Captación de nuevos miembros ­ Los sindicatos se interesan por categorías como mujeres, jóvenes, trabajadores de las pequeñas y medianas empresas (PYME), personas ocupadas en el sector informal o no estructurado (que representan hasta el 80 por ciento de la fuerza de trabajo total en las regiones más pobres del mundo como Honduras) y los desempleados. Por su parte, los empleadores se han propuesto incorporar a sus organizaciones a los dueños de PYME y a empleadores del sector informal.

Intensificación de la cooperación internacional ­ Los sindicatos están incrementando notablemente vínculos internacionales, participando en foros y confederaciones e intensificando contactos directos entre sindicalistas de distintos países, en particular entre aquellos que trabajan para corporaciones multinacionales. Las organizaciones de empleadores constituyen a nivel regional redes integradas de servicios de capacitación y perfeccionamiento, asesoramiento jurídico y planificación estratégica, accesibles a estructuras cada vez más extensas de empleadores, y especialmente a las PYME.

Establecimiento de nuevas alianzas ­ Las organizaciones de base local, como las ONG y las asociaciones de consumidores que comparten objetivos con los sindicatos o las organizaciones de empleadores se convierten en interlocutores de creciente importancia en los debates sobre cuestiones de interés mundial, como promoción de los derechos humanos, políticas de comercio, medio ambiente y desarrollo económico y social.

El Código de Trabajo de Honduras de 1957 ha quedado superado por la evolución de la economía y el mundo del trabajo. La influencia del internet de las cosas, la inteligencia artificial y la robótica están modificando velozmente las relaciones laborales y los sistemas de producción. Pretender anquilosarse en las relaciones laborales tradicionales de hace 70 años, y proteger a ultranza los privilegios de la sindicalización está convirtiendo a sindicatos hondureños en enemigos del empleo, del avance de los agentes económicos (incluido el gobierno) y del desarrollo económico y social de Honduras.