En informe del 4 de
noviembre de 1997 vigente 27 años después la OIT indica que, en el último
decenio, el número de trabajadores sindicados se redujo, llegando a menos de 20
por ciento en 48 de 92 países estudiados.
La PEA mundial se estimaba
en 1.300 millones de personas en 1995: de éstas sólo 164 millones estaban
afiliadas a un sindicato. El índice de densidad sindical fue superior al 50 por
ciento de la fuerza de trabajo en 14 de los 92 países estudiados. El número de
sindicalistas disminuyó en todo el mundo, con excepción de 20 países.
La pérdida de afiliaciones de
los sindicatos obedece en gran medida a factores económicos como la reducción
del empleo en el sector público, la exacerbada competencia económica y la
disminución del empleo total correspondiente al sector industrial manufacturero;
también a fluctuaciones de la afiliación sindical en países y regiones con transformación
de sistemas de gobierno o de la revisión del aparato legislativo.
La sindicación en los
Estados Unidos experimentó una reducción del 21,1 por ciento en el curso del
decenio, registrando uno de los niveles de sindicación más bajos entre las
naciones industrializadas. El cambio en la composición de la mano de obra es
consecuencia fundamentalmente de la adopción de las nuevas tecnologías.
Es apremiante adaptarse
Existe un ámbito de
relaciones laborales muy diferente al surgido de la economía de escala mundial,
que obedecen más a la movilidad del capital, a nuevos métodos de producción y
de comunicaciones y a técnicas innovadoras de perfeccionamiento de los recursos
humanos que a los modelos tradicionales de relaciones de trabajo.
La OIT prevé una disminución
de la intervención estatal en la economía, una mayor autonomía de las empresas
y la intensificación de la competencia por los puestos de trabajo y las
inversiones disponibles. Las consecuencias negativas de estas tendencias en el
plano social es asunto de interés tanto de los gobiernos como los empleadores y
los trabajadores.
Las formas que adopten las
futuras relaciones de trabajo serán determinadas en gran medida por senderos que
empleadores y trabajadores sigan para resolver la contradicción entre las
políticas basadas en la cooperación versus las relaciones laborales
tradicionales en que reposan la mayoría de las estrategias de
perfeccionamiento de los recursos humanos y las relaciones de trabajo
tradicionales, basadas en la empresa, que suponen la existencia de sindicatos y
de la negociación colectiva.
Hay que buscar la
"complementariedad" de ambas vías, sin menoscabar la función de los
sindicatos, basadas en la cooperación entre los interlocutores sociales, o
cuando se refieren a materias sociales más allá del ámbito de la empresa.
Nuevas estrategias de empleadores
y sindicatos
La OIT observa que, usualmente
los problemas de los sindicatos se han agudizado por decisiones de las propias
organizaciones, y que es preciso que éstas encuentren soluciones innovadoras. La
reducción de ingresos por disminución del número de afiliados ha favorecido la
fusión de sindicatos, que buscan racionalizar su funcionamiento. Ello tiene como
contrapartida que las grandes organizaciones fusionadas terminan distanciándose
de sus bases.
Los sindicatos siguen
ocupándose de los trabajadores empleados por las empresas de mayor tamaño,
dotadas de sistemas de producción en gran escala y descuidan al creciente
número de trabajadores de las PYME o del sector de servicios, así como a los
que tienen empleos atípicos, como ocurre con los que trabajan a tiempo parcial (empleo
por hora), remoto o en el sector informal. Las organizaciones de
empleadores han cometido errores análogos, pues no han sabido organizar a las
PYME ni a empleadores del sector informal.
Para enfrentar los obstáculos,
los sindicatos y las organizaciones de empleadores están concibiendo nuevas
estrategias, entre las que destacan las siguientes:
Oferta de nuevos servicios
Ambos se ocupan hoy de prestaciones sociales complementarias, servicios de
asesoramiento, programas de capacitación en comunicación profesional, creación
de redes de empleo, etc.
Captación de nuevos miembros
Los sindicatos se interesan por categorías como mujeres, jóvenes, trabajadores
de las pequeñas y medianas empresas (PYME), personas ocupadas en el sector
informal o no estructurado (que representan hasta el 80 por ciento de la fuerza
de trabajo total en las regiones más pobres del mundo como Honduras) y los
desempleados. Por su parte, los empleadores se han propuesto incorporar a sus
organizaciones a los dueños de PYME y a empleadores del sector informal.
Intensificación de la
cooperación internacional Los sindicatos están
incrementando notablemente vínculos internacionales, participando en foros y
confederaciones e intensificando contactos directos entre sindicalistas de
distintos países, en particular entre aquellos que trabajan para corporaciones
multinacionales. Las organizaciones de empleadores constituyen a nivel regional
redes integradas de servicios de capacitación y perfeccionamiento,
asesoramiento jurídico y planificación estratégica, accesibles a estructuras
cada vez más extensas de empleadores, y especialmente a las PYME.
Establecimiento de nuevas
alianzas Las organizaciones de base local, como las ONG y
las asociaciones de consumidores que comparten objetivos con los sindicatos o
las organizaciones de empleadores se convierten en interlocutores de creciente
importancia en los debates sobre cuestiones de interés mundial, como promoción
de los derechos humanos, políticas de comercio, medio ambiente y desarrollo
económico y social.
El Código de Trabajo de
Honduras de 1957 ha quedado superado por la evolución de la economía y el mundo
del trabajo. La influencia del internet de las cosas, la inteligencia artificial
y la robótica están modificando velozmente las relaciones laborales y los
sistemas de producción. Pretender anquilosarse en las relaciones laborales
tradicionales de hace 70 años, y proteger a ultranza los privilegios de la
sindicalización está convirtiendo a sindicatos hondureños en enemigos del
empleo, del avance de los agentes económicos (incluido el gobierno) y del
desarrollo económico y social de Honduras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario