lunes, 21 de julio de 2025

EL PODER PERPETUO

 

En Honduras en los últimos 100 años, 4 personas han ejercido el poder ejecutivo de forma directa e indirecta. En ese mismo lapso, otros han intentado prolongar su influencia escogiendo el candidato de su partido a sucederle y en al menos dos oportunidades, dentro del Partido Liberal, uno fue frustrado por un golpe de estado y el otro compitió en elecciones que perdió a nivel interno del partido. Estos 4 individuos han acumulado el 40% de un siglo, decidiendo el rumbo de la nación en prácticamente todos sus ámbitos:

Tiburcio Carias 1932-1949, escogió a su sucesor, 16 años

Oswaldo López, 1963- 1971; 1972-1975, 8 años

Juan Orlando Hernández 2014-2021, 8 años

Manuel Zelaya, 2006-2009- 2022-2025, 8 años, directa e indirectamente.

La necesidad de trascender en el poder de expresidentes de países latinoamericanos ha sido estudiada en algunos países más que en otros, fundamentalmente en los más grandes mientras que, en el caso de países pequeños geográfica y económicamente ese análisis se ha postergado.

También se observan otras formas más o menos encubiertas, destinadas a mantener el control de determinadas instituciones públicas del Estado, pero no invisibles pues sus movimientos han sido perfectamente notorios e identificables y los actores no han mostrado el menor disimulo en el marco de sus intenciones, actividades y resultados.  Este modus operandi coincide con la definición de poder fáctico.

definicionwiki.com: En el ámbito de la teoría política, el poder fáctico se define como la capacidad de un actor para influir en la situación actual, utilizando recursos y habilidades disponibles. Esto puede incluir la capacidad para tomar decisiones, negociar, persuadir o manipular a los demás para lograr objetivos. El poder fáctico se basa en la capacidad de tomar acciones efectivas que cambien la situación actual, en lugar de simplemente tener autoridad o estatus.”

A medida que el país va creciendo, la generación de ‘prohombres’ ha sido más notoria. Este fenómeno ha disminuido la capacidad de los partidos para negociar sus agendas pues en ocasiones, el accionar de los actores del poder fáctico prácticamente los ha eclipsado y sustituido.

Una gran diferencia entre poder factico y cabildear es que, en este último caso, la persona actúa gestionando intereses ajenos.

En Honduras, el daño causado por poderes fácticos y pretensiones para trascender en el poder han sido mayores en el Partido Liberal, pues diversos factores históricos explican las motivaciones y conveniencias alrededor de la cohesión y la disciplina que se observa en el Partido Nacional.

Para enfrentar la amenaza de los actores de poderes fácticos que suplantan la identidad de los partidos políticos, deben hacer una reingeniería desde modificar sus estatutos de tal forma que las autoridades electas de los partidos no se vean disminuidas ante sus propios afiliados y menos ante contrapartes, pues las armas de la negociación de los espacios políticos que les corresponden, les han sido arrebatadas.

 

 

 

 

domingo, 6 de julio de 2025

SOCIEDAD CIVIL, PESOS Y CONTRAPESOS

 

En el Informe Sobre el Estado de la Sociedad Civil 2025 publicado en https://publicaciotions.civicus.org.es se encuentran los avances y retrocesos de las principales áreas de interés de la sociedad civil en el mundo en 2024 e inicios de 2025: democracia, economía, clima y medio ambiente, tecnología, género, migración, gobernanza mundial y los retos presentes y futuros que la SC enfrenta.

Quizá el rol más importante de la sociedad civil es contribuir a disminuir la desigualdad política, económica y social teniendo en cuenta el pensamiento de Montesquieu sobre pesos y contrapesos para el control entre poderes del gobierno (El Espíritu de las Leyes publicado en 1748).  

La intención práctica del balance propuesto por Montesquieu se diluye ante el abuso de gobiernos autoritarios y populistas que destruyen la igualdad de poderes para gobernar a discreción de manera despótica y la sociedad civil que el filósofo ubicaba en los congresos y parlamentos, en general no ha respondido al papel que se esperaba.

Al fallar los congresos y parlamentos, la sociedad civil ha ido ocupando espacios en los niveles local, nacional e internacional y ha intentado cerrar algunas brechas.

Pero, las ONG sufren falencias. Para empezar, al organizar una ONG, los certificados de nacimiento y defunción los otorga el gobierno. Luego, burócratas públicos exigen cualquier cantidad de condiciones y el gobierno está siempre con la espada de Damocles, amenazante. Y lo fundamental es su financiamiento de donde emana algún grado de dependencia y volatilidad.

La participación ciudadana que se espera de la población en la sociedad civil se disuelve entre la abulia de la base y los intereses creados de algunos dirigentes que sufren de pecados similares al autoritarismo: la extensión de períodos, la transparencia y la rendición de cuentas. Este patrón se repite a nivel mundial. Para complicar la situación, gobiernos autoritarios y populistas utilizan la desinformación para favorecer resultados eleccionarios en todo el mundo, con mayor éxito para la corriente socialista.

En los recientes 45 años, la colusión entre gobiernos y el poder económico, ha exacerbado la desigualdad en los campos político, económico y social y no se vislumbra una figura mundial como la del expresidente del sindicato Solidaridad Lech Walesa, que por medios pacíficos contribuyó a modificar el sistema político de Polonia y más allá de sus fronteras.

Para que las ONG retomen su lugar en la historia, precisan de una reingeniería de la sociedad civil y de la participación individual de los ciudadanos, incluyendo disminuir la discrecionalidad del gobierno en su funcionamiento y gestión.

En tal dirección, la iniciativa “UNMute Civil Society, respaldada por más de 300 Organizaciones de la  Sociedad Civil  y numerosos Estados, propone cinco recomendaciones para fortalecer la participación de la sociedad civil: 1) aprovechar las tecnologías digitales para ampliar la participación y la inclusión, 2) reducir la brecha digital centrándose en la conectividad de los más excluidos, 3) cambiar procedimientos y prácticas para garantizar una interacción y participación efectiva y significativa en todas las fases de un proceso, 4) establecer un día de acción anual de la sociedad civil para hacer balance y evaluar los avances en la participación de la sociedad civil, y 5) nombrar un enviado de la sociedad civil ante la ONU.”

A casi 300 años de El Espíritu de las Leyes el mundo requiere de un moderno filósofo político, que retome el balance de poderes, en circunstancias, con actores y dimensiones más allá del poder público.