Según la BBC, el idioma español es el único que utiliza signos de interrogación
y exclamación al inicio y al final de una frase, oración o cláusula. Los signos
de interrogación fueron oficializados en la Segunda edición de la ortografía de
la Real Academia de la lengua publicada en 1754. Los signos de exclamación se
formalizaron en el diccionario de 1884.
Según FUNDEU, ante las dudas que se plantean a menudo con respecto
a los signos
de interrogación y exclamación, así como acerca del empleo de
las mayúsculas en las preguntas e interjecciones, se ofrece una serie de claves
sobre su ortografía:
1. En español las preguntas directas y
las exclamaciones requieren dos signos: el de apertura y el de cierre.
Se considera falta de ortografía omitir el signo de apertura, aunque sí es
válido escribir solo el de cierre entre paréntesis para mostrar extrañeza «(?)»
y sorpresa «(!)».
2. La pregunta o la interjección puede
ir seguida de otro signo de puntuación: «La ciencia y la
técnica, ¿quién lo duda?, necesariamente progresan». Si
no va seguida inmediatamente de otro signo porque coincide
con el final de la oración, se sobrentiende que hay un punto,
que no se escribe tras la interrogación o la exclamación
de cierre: «¿Cuál es el futuro del juez en excedencia? La primera opción es
convertirse en europarlamentario» (y no «… en excedencia?. La primera…»).
3. Las mayúsculas y las minúsculas son las que
corresponden a la oración en la que está la pregunta. En particular, cuando el
comienzo de esta no coincide con el de la frase, lo apropiado es la minúscula:
«Siempre se plantea la misma duda: ¿qué comer?», «Pero ¿cuál es su futuro?».
4. Cuando se yuxtaponen varias
preguntas, estas pueden ir separadas por los signos de coma,
punto y coma, punto (sobreentendido, según el apartado 2) o incluso dos puntos,
según se considere más apropiado, aplicando la mayúscula y la minúscula como
corresponda: «¿Cómo lo hizo? ¿Cuándo?», «¿Cómo lo hizo?; ¿cuándo?» o «¿Cómo lo
hizo?, ¿cuándo?».
5. Por la misma razón, en citas
directas se siguen las pautas ortográficas que les son
propias: mayúscula inicial y punto tras las comillas (este ejemplo está en
cursiva y no entrecomillado para que se vea la puntuación): El
papa le preguntó: «¿Cómo está Cristina?».
6. Se pueden repetir los signos como énfasis, recurso que es
habitual en la prensa deportiva: «¡¡¡Olé!!!». También se pueden combinar
los de interrogación con los de exclamación: «¿¡Entró!?» o
«¡¿Entró?!»; los signos de cierre han de ser simétricos con los de apertura, por lo que no
son apropiadas las grafías «¡Olé!!!», ¿¡Entró?!» ni «¡¿Entró!?», aunque sí se
considera válido abrir solo con exclamaciones y cerrar solo con interrogaciones
o a la inversa: «¡¡Entró??», «¿¿Entró!!».
7. Se recuerda finalmente que la acentuación de
las voces qué, cómo, cuál, dónde, cuándo, etc., depende de si tienen sentido
interrogativo o exclamativo y no del mero hecho de que estén en una pregunta
directa o una interjección: «¿Que ha perdido dinero en la bolsa? Le explicamos
en qué invertir ahora».
Ante la influencia cada vez más pronunciada de las comunicaciones
digitales y la necesidad de reducir el volumen de caracteres, los ortógrafos
podrían considerar un uso mixto del doble signo de interrogación y exclamación,
dependiendo de la categoría del escrito. Por ejemplo, todo lo vinculado a
literatura, debería continuar igual. Sin embargo, las comunicaciones menos
rigurosas y hasta informales, como las pertenecientes a las redes sociales
podrían expeditarse eliminando los signos de interrogación y exclamación, al
inicio. En la práctica, eso ya está aconteciendo.
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