La economía
y el presupuesto nacional de un país mantienen una vinculación recíproca. Las
fuentes con que se financian los presupuestos, los impuestos y deuda, pueden estimular
la economía o contribuir a desalentarla. En consecuencia, se debe anticipar una
relación directa entre presupuesto y economía, es decir, que su índice de
correlación sea positivo.
En la elaboración
del presupuesto nacional, los técnicos formuladores tienen en cuenta el comportamiento
histórico de las variables que influyen en su conformación y es casi seguro que
su habilidad y experiencia para predecir eventos de origen fundamentalmente
nacional puede realizarse con un alto grado de precisión. El asunto es cuando
se trata de estimar las influencias vinculadas a fenómenos externos o a factores
imprevisibles como los desastres naturales (sequía). Entonces, los resultados de las proyecciones resultan
alejados a aquello que ocurre efectivamente en la práctica.
Según el Decreto
180-2018 que contiene el Presupuesto Nacional para 2019, se esperaba un
consolidado a gastar de L. 261.7 mil millones, integrados así: L. 152.4 mil millones
para el gobierno central y L.109.3 mil millones para las instituciones
descentralizadas. Los ingresos tributarios se estimaron en L.108.4 mil millones
de los cuales L.41.9 mil millones correspondería a recaudaciones por impuesto
sobre ventas (15%), que según fuentes oficiales es donde se revela el mayor
desfase en el primer trimestre del presente año.
Las repercusiones
externas que llevan a modificar las previsiones presupuestarias de una economía
pequeña y abierta como la hondureña, son mayores en función del tamaño de la
apertura. Las políticas económicas de los principales socios comerciales del
país, Estados Unidos, la Unión Europea y lo países del istmo centroamericano
influyen en el desempeño micro y macro. Una desaceleración con respecto a los
negocios de los socios extranjeros repercute adversamente en la actividad
económica de Honduras y consecuentemente en la recaudación de impuestos.
La
reducción de sorpresas y el ajuste acertado de cuestiones que no están saliendo
como se esperaba, está en función de la calidad y oportunidad de la información
que se disponga. Como revela Diario La Tribuna de fecha 3/9/2019, han
disminuido las ventas del sector privado en el primer semestre de 2019. Este
dato no es verificable con las cifras del IMAE, Banco Central de Honduras, pues
están disponibles sólo para el primer trimestre de 2019.
La
necesidad de equilibrar las cuentas fiscales es crucial para la estabilidad de
la economía hondureña y para el cumplimiento de los compromisos asumidos con el
Fondo Monetario y otros organismos financieros. En cualquier caso, lo deseable
es que las autoridades adopten medidas que no desalienten aún más la disminución
de la demanda, particularmente, lo relativo al consumo privado.
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