En el segundo semestre del año 2017 se presentó una crisis
de desabastecimiento de agua en Ciudad del Cabo, África del Sur, que obligó a las
autoridades establecer el día cero cuando al llegar al límite mínimo de las
reservas, se cerrarían las válvulas. Afortunadamente la medida extrema se
abortó, porque con campañas de concientización, límites de consumo de litros de
agua/ persona/día (50) y establecimiento de multas a los infractores, la
población contribuyó a evitar el desastre.
Con 3 millones de habitantes, entre las
medidas adoptadas por la gente de Ciudad del Cabo estuvieron: reciclaje de
baños y lavadoras y descargas espaciadas de los inodoros para mantenerse en la
cuota de los 50 litros mencionados.
Tegucigalpa cuenta con 2 fuentes de represas y abastecimiento
y una sólo de abastecimiento de agua: Represa La Concepción (35 millones de
metros cúbicos de capacidad, 45% de la oferta); Represa Los Laurales (10
millones de metros cúbicos de capacidad, 30%) y El Picacho, La Tigra que suple
el 20% del abastecimiento. El consumo de agua per cápita/día se estima en 172
litros.
Han transcurrido casi 30 años desde que se inauguró la Represa
La Concepción (1989). La Represa Guacerique II, ha quedado en planes; y el transvase
de agua de la Represa de Nacaome, se menciona sólo cuando la crisis de desabastecimiento de agua aprieta en los veranos. El Distrito Central contaba en
el año 2000 con 800,000 habitantes y en el año 2017, 1,200,000 personas. Con
una oferta dada de abastecimiento de agua; sin planes garantizados de construir
represas; y el incremento inusitado de viviendas y edificios, públicos y privados, es fácil anticipar que el escenario de la Ciudad del Cabo de cero
abastecimientos puede abatir a Tegucigalpa, más temprano que tarde.
Mientras se encuentra una solución, sí existe, la variable a
manejar para que en los veranos el agua ajuste en Tegucigalpa es controlar la demanda,
mediante un uso más racional del líquido en las casas, los negocios y los centros
de alta concentración poblacional. Los
baños, lavadoras y jardines son fuente de alto consumo de agua. En establecimientos
con gran número de personas, los baños de pared pueden contribuir; también los
servicios sanitarios ecológicos; el reciclado de agua para bañarse con uso
derivado; la calendarización del lavado de prendas de vestir; las regaderas de
mano para los jardines, y otra serie de medidas con alto o bajo impacto. Todo suma.
No es preciso esperar llegar a una crisis extrema de desabastecimiento de agua para practicar medidas dirigidas a reducir su consumo. Los simulacros se realizan para enfrentar con
mayor éxito los siniestros que se convertirán en realidad.
Excelente Articulo Tio Daniel muy posible realidad para Tegucigalpa ojala no ocurra y construyan más represas
ResponderEliminarAdolfo, ojalá.
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