Lo más frío de las guerras es la temperatura de las armas
cuando no están vomitando fuego y las bajas fatales que causan su impacto.
Entre el final de la Segunda Guerra Mundial y 1947, se sitúa
el inicio de la denominada “Guerra Fría” entre el bloque “democrático” de
países que lideraba Estados Unidos por un lado y por otro, el bloque comunista
en donde la Unión Soviética y China se disputaban el liderazgo.
La confrontación de ambos bloques que había hecho estragos
en casi todo el mundo, en América Latina, con grupos guerrilleros de larga duración
como los de Guatemala y Colombia, para finales de la década de1970, empezó a
calentarse simultáneamente en El Salvador y Nicaragua.
Los Sandinistas en Nicaragua sacaron del poder a la Familia
Somoza en 1979; la guerrilla en El Salvador controlaba parte del territorio de
ese país; y en Guatemala continuaban las acciones de la guerrilla. Millones de
guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses, huyeron de sus países y buena parte
de ellos se dirigieron a los Estados Unidos. En Centroamérica, los únicos que
escapaban a las penurias de los conflictos armados, eran los hondureños y los
costarricenses. Costa Rica había iniciado su fortalecimiento político,
económico y social desde el año de 1948.
En medio de la vorágine de la guerra centroamericana, Honduras,
bajo la conducción de Roberto Suazo Córdova retornaba a la vida democrática
después de 18 años de control político por parte de los militares. Varios
asuntos relevan la gestión de Suazo Córdova:
1)
La transición del poder político de lo militar a
lo civil no fue fácil. La astucia de Suazo Córdova logró permeabilizar las
ambiciones castrenses de poder.
2)
El manejo de los asomos de insurrección interna,
que, según confesión pública del presidente del Partido Comunista de Honduras,
“no disparaban confites”, fue menos violenta de lo que pudo haber sido.
3)
Las negociaciones que se mantuvieron con Estados
Unidos evitaron un involucramiento de hondureños en los conflictos armados de
los países vecinos. De hecho, Honduras fue el precursor de la denominada “ofensiva
de paz”en Centroamérica.
4)
El sostenimiento de la economía hondureña, que
tuvo como principal objetivo el diferir el impacto de decisiones de política
económica que habrían provocado mayor malestar general en la población en un
momento inoportuno.
5)
El reducido efecto de la corrupción, que
permitió culminar con el Proyecto Hidroeléctrico de El Cajón, así como numerosas
obras de infraestructura física y social.
En cierta ocasión,
fuentes de inteligencia alertaron al Doctor Suazo sobre un atentado contra su
vida y le recomendaron usar un chaleco antibalas. Lo descartó porque según
él, le “estorbaba”.
El Dr. Suazo ha dejado la vida terrenal después de haberse
retirado prudentemente de la política y sin hacer ostentación alguna de activos
para él o para su descendencia. ¡Que Descanse en Paz!
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