Las
autoridades sanitarias a nivel mundial, regional y nacional han concluido con
base en el manejo de la pandemia del Coronavirus en los países donde inició la
crisis, que el aislamiento y el distanciamiento social, constituyen las medidas
más eficaces para prevenir y contener el drama provocado por un virus con gran
capacidad de disfrazarse y que utiliza como principal medio de propagación a
los humanos.
El hecho de que
la población a pesar de los toques de queda absolutos, encuentra alimentos,
medicamentos, y otros bienes y servicios esenciales (agua, electricidad, cable,
internet, etc.) así como los medios de pago para adquirirlos y pagarlos cuando
se reduce la movilidad a un 13.33% de días al mes por persona, es indicativo de
que la economía ha funcionado en medio de la crisis, a un vapor consistente con
la necesidad de reducir la cantidad de contagios.
El nivel de operación
ha sido variable entre actividades y ramas de actividad económica pudiendo
plantearse rangos desde 0% hasta 80%.
Teniendo en
cuenta fundamentalmente la variable fuerza de trabajo, puede formularse
esquemas paulatinos de movilidad para ampliar la economía en acción sin poner
en peligro grave, las medidas de contención de la pandemia. Una comisión
especial de gobierno, empresarios, trabajadores, empleados por cuenta propia y
médicos tendrían que seleccionar las actividades y ramas de actividad que se reactivarían
con base entre otros criterios a los siguientes:
1.
Responder a medidas de
distanciamiento social de los trabajadores, empleados por cuenta propia y de
los clientes en los establecimientos (de uno a dos metros entre sí).
2.
Crear garantía y protocolo de
transporte personal y público.
3.
Indicar número y duración de turnos
en las empresas.
4.
Establecer número de clientes y
estadía permitida (cafeterías, restaurantes, etc.).
5.
Identificar empresas que puedan
desarrollar actividades nocturnas y alcanzar el uso mínimo de la capacidad
instalada.
6.
Proponer al gobierno, adicionar al
personal que actualmente desarrolla actividades sanitarias, de seguridad, etc. para reabrir
turnos
en tareas esenciales de apoyo a las empresas y a la ciudadanía, con dos horarios
reducidos (hasta 5 horas) durante el mismo día o en días alternos.
7.
Aplicar al personal que se vaya
reintegrando a los centros de trabajo el protocolo diario de seguridad que
inicia con la toma de su temperatura corporal.
8.
Garantizar protocolo de seguridad y
emisión expedita de salvoconductos para participantes en la reactivación
económica.
9.
Incrementar, simultáneamente que se
reintegra mayor número de empleados y trabajadores a la actividad económica
general, el número de pruebas para descartar la posibilidad de infección por el
COVID-19.
10. Evaluar
diariamente por la comisión de reintegro, a partir del día 8 de vigencia, el
comportamiento epidemiológico de la pandemia, comparado con el número de
trabajadores reintegrados para detectar algún tipo de correlación que obligue a
revisar la medida de reactivación económica.
Los
resultados esperados de la reactivación con base en la fuerza de trabajo asumen
que los otros factores de la producción como tierra, capital y capacidad
empresarial funcionan sin inconvenientes y comparado con el cierre parcial de
la economía vigente, se alcanzarían los objetivos inmediatos siguientes:
a)
Incremento de la actividad económica
en general
b)
Aumento del empleo e ingreso por salarios,
utilidades, intereses y rentas.
c)
Ampliación de los ingresos públicos.
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