En la administración pública de un país, aun cuando un
partido determinado haya alcanzado la mayoría en las elecciones a nivel
presidencial, por razones políticas, sociales, económicas y estratégicas debe
respetarse el principio de integración en el manejo de la cosa pública. Con
mayor razón donde no se cuenta con recursos humanos preparados suficientes para
encarar los problemas y exigencias de una nación en vías de desarrollo.
La Constitución de la República de Honduras estipula
respecto a la integración nacional: “Artículo 5. El Gobierno de la República
debe sustentarse en los principios de la soberanía popular, la
autodeterminación de los pueblos y la democracia participativa, de los cuales
se derivan la integración nacional, que implica participación de todos los sectores
políticos en la Administración Pública, la estabilidad política y la paz social…”
Por su parte, la Ley de Servicio Civil expresa en el Artículo 1, numeral 2. “Ofrecer
iguales oportunidades para servir en la administración pública, a todos los
hondureños, conforme a su idoneidad y aptitudes, independientemente de su sexo,
raza, credo religioso, filiación
política o clase social.”
Durante los 8 gobiernos sucedidos desde enero de 1982, la
Corte Suprema de Justicia ha sido integrada con representantes de las mayores
fuerzas políticas país, sin mayor concesión por parte de los partidos que
resultaron menos favorecidos por los votantes. Todos los gobiernos, con
excepción del actual, integraron individuos de los partidos de oposición en sus
cuadros a nivel ministerial en el gobierno central o como titulares de
organismos descentralizados.
El toma y daca ha ascendido a su máxima expresión cuando
cada espacio en los 3 poderes del estado y sus agencias debe ser negociado a
cambio de al menos atender de manera incondicional la voluntad de los grupos
que detentan el poder y han establecido como hoja de ruta perpetrarse en él. Peor
aún. La inversión y los proyectos sociales están dirigidos a beneficiar correligionarios;
no a la población en general.
Integrar la nación no consiste en esparcir migajas para
aliviar el apetito de aquellos ávidos de poder ficticio o urgidos en elevar el
nivel de sus necesidades básicas.
La integración nacional puede necesitarse en cualquier
momento. Cuando menos se espera. Puede ser por causa de catástrofe; amenaza
interna o externa. La integración de una nación constituye eventualmente, la
base de su existencia.
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