El ciudadano abrumado por el insomnio y después de soportar
varios meses el ruido incómodo de las fiestas nocturnas del vecindario, decidió
llamar al 911.
“Cuál es su denuncia”, preguntó el relajado operador.
El denunciante respondió:” Como ve, es la una de la
madrugada y en un taller contiguo, tienen un ruido ensordecedor que impide el
sueño de los vecinos”.
El operador hizo varias preguntas sobre localización exacta
de los bulliciosos, número de personas, tipo de consumo y si portaban armas. El
denunciante contestó dentro de su conocimiento las interrogantes del operador
dirigidas a anticipar el posible escenario. El denunciante se había asegurado
de tomar fotos, videos y computar con un sonómetro, los decibeles de ruido
provocados por los aficionados a la “vida loca”.
El auto de la policía tardó 10 minutos en llegar al lugar
del escándalo y los agentes lograron en esta ocasión eliminar el ruido, quizá
en forma definitiva. Si no, sería reincidencia.
En 22 de enero del año 2002, el Congreso Nacional aprobó la
Ley de Policía y Convivencia Ciudadana. Uno de los asuntos que atiende esta ley
está previsto en el Artículo 6, párrafo tercero: “Todo acto que perturbe la
tranquilidad, seguridad y la convivencia social en general, deberá ser puesto
en conocimiento de las autoridades de policía competente, para su prevención y
control”.
Según el Artículo 148, numeral 2) estará sujeto a multa: “Al
que en zonas residenciales produzca ruido que impida a los vecinos el reposo”.
El desconocimiento de la ley aludida provoca que algunos
individuos ignoren sus disposiciones o en una actitud de desconsideración,
desafío y desprecio hacia los que habitan en sus vecindarios, alteran la
tranquilidad nocturna con ruidos estridentes provenientes de sus conversaciones
a gritos y de fondo, música y canciones a alto volumen.
Los bochincheros proclives al irrespeto de las leyes y la
convivencia armónica entre las personas resultan ingeniosos como para los fines de semana convertir
un taller de día en un antro de noche, alterando el orden
por varias horas, en ocasiones hasta las 6 de la mañana del día siguiente.
Usted no tiene que esperar meses para denunciar una
situación prohibida por la ley. La solución está al alcance del teléfono, y la
resolución del ruido nocturno desconsiderado, puede arreglarse con la primera
llamada y una única visita de advertencia de los agentes del orden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario