La desaparición física de un familiar causa a los parientes
y amigos del fallecido un dolor inconmensurable. La muestra de solidaridad en los momentos de duelo
constituye un bálsamo para quienes demuestran empatía hacia quienes la
manifiestan.
La solidaridad de quienes comparten el dolor de manera genuina
puede manifestarse en forma personal o colectiva, y desplazarse en un rango desde
modesta a dispendiosa.
La cuestión del costo de la solidaridad con fondos ajenos es
un aspecto que debe estar sujeto a controles. Al respecto, vale diferenciar la intensidad
de apoyo cuando se trata de la utilización de fondos públicos, privados u ONG para
el fin aludido.
Los costos de los campos pagados por televisión, radio y periódicos
escritos han observado aumentos sustanciales en los últimos años. Consecuentemente,
a mayor tamaño y espacio de la muestra de solidaridad por el fallecimiento de
una persona, mayor costo significa.
Es frecuente observar acuerdos de duelo, incluyendo el caso
de personas alejadas del grado de consanguinidad, afinidad o geográfico con
respecto a los beneficiarios del gesto de solidaridad.
Cuando el origen de los fondos para el gasto en las manifestaciones
públicas de solidaridad es privado, entonces es un asunto privativo de quienes
deciden sobre esos recursos. Pero, cuando el origen de los fondos tiene que ver
con recursos públicos, lo dispendioso puede considerarse como un abuso de
poder. Un abuso que se encuentra incluso en ONG, el sector intermedio entre lo
público y lo privado.
Las muestras de solidaridad hacia los parientes y amigos de
un fallecido constituyen parte de una sociedad que todavía no ha perdido del
todo el respeto y consideración al valor de la vida humana. Pero, existen
formas y mecanismos mucho más modestos y menos onerosos, para demostrarle a los
dolientes compañía en momentos de infortunio.
En un congreso nacional que todos los días nos sorprende con
novedosas iniciativas de ley, la regulación de acuerdos de duelo por parte del
sector público y ONG (gremios, colegios profesionales, etc.) podría ser un
tema para considerar regularlos.
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