El nivel de profundización de la
participación ciudadana es crucial para el desarrollo y el combate a la
corrupción.
En las sociedades denominadas
democráticas, la participación ciudadana es un elemento esencial para
garantizar la intervención de la gente en la adopción de las decisiones que
influirán el desenvolvimiento de su vida futura.
Resaltan la elección de
autoridades nacionales, regionales y locales, pasando por el plebiscito y el
referéndum, hasta los denominados cabildos abiertos para decidir sobre
cuestiones a nivel local. En un ámbito menos formal se encuentra el accionar de
los patronatos, las juntas de agua y otros esquemas similares en donde los
ciudadanos privados se asocian para gestionar asuntos puntuales de interés
colectivo.
Para que la participación
ciudadana sea más efectiva requiere de algunas condiciones elementales: la
cantidad y calidad de la información disponible por parte de las entidades
públicas y su acceso; la confianza de la población hacia las autoridades; y la
capacidad de asimilación de instrumentos cada vez más complejos de gobernanza
que aplican los gobiernos y que no son entendidos plenamente por amplias
mayorías (por ej. Las asociaciones públicos-privadas).
La información, la confianza y la
educación, influyen en una mayor o menor participación de la población en
asuntos de su interés particular y colectivo. El monopolio y secuestro de información
pública mantiene desorientada a la población y sin opinión sobre asuntos
relevantes. La desconfianza de los ciudadanos hacia las autoridades, restringe
hasta el uso de los canales de denuncia anónimos. La escasa formación masiva
sobre temas de alguna complejidad, convierte a quienes lo manejan, en quasi prestidigitadores
en los escenarios públicos.
Las socializaciones de cualquier
asunto resultan en mascaradas que ignoran las recomendaciones de los
consultados. Los denominados eventos de rendición de cuentas constituyen
reuniones en donde un auditorio heterogéneo es reunido para compartirle hechos
consumados sobre la gestión de una entidad o un proyecto público. Se rinde
cuentas cuando ya no es útil una opinión para cambiar el curso de eventos
acontecidos. Cuando cualquier observación es extemporánea.
La participación ciudadana es
realmente efectiva, cuando la intervención ciudadana en los negocios públicos
se torna en una vigilancia permanente del accionar de los funcionarios; en una
tarea de monitoreo, seguimiento y evaluación de sus actuaciones; en un espacio
en donde la información pública no evidencia sesgos; en un proceso donde las
pequeñas y grandes decisiones del país se toman con la intervención de las
mayorías, mediante instrumentos transparentes que garantizan el bienestar
general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario