El fútbol es el más popular de los deportes. Cada 4 años,
durante 32 días en los meses de junio y julio, miles de millones de
espectadores están pendientes del espectáculo de los partidos en donde compiten
las mejores selecciones del mundo para escoger a un campeón mundial. La
quintaesencia del deporte se manifiesta en toda su dimensión de sonidos, colores,
emociones, pasión y sentimientos. Aún los fanáticos que no están representados
en la contienda toman partido por la selección del país de su predilección.
Sin embargo, la fiesta tiene su lado oscuro. En los últimos
campeonatos mundiales y fundamentalmente en los más recientes, para quienes con
dificultad o no tratan de disfrutar de las festividades futbolísticas in situ,
tropiezan con la desaforada codicia de intermediarios de todo tipo, quienes tratan
de arrancar de su bolsillo, la mayor cantidad de dinero, explotando su pasión; su afición
al entretenimiento. Y de esa actitud explotadora no se escapan los aficionados
locales. Sólo que en mucha menor medida que aquellos que se desplazan desde
lugares cercanos y lejanos del planeta para participar en los festejos del
fútbol.
Son tres las principales variables de costo que tiene que
tener en cuenta un extranjero aficionado promedio al fútbol: el precio de los
pasajes; el costo de los hoteles; y las entradas a los estadios para ver los
partidos. Desde los preparativos, el aficionado se encuentra con algunas sorpresas desagradables.
Las líneas aéreas parecen ser las más comedidas en cuanto a
sacar ventaja de la ley de oferta y demanda. En cuanto a hoteles, usted descubre
que habitaciones que normalmente tienen un costo de X, para los días del
mundial modifican sus precios a 50 veces sin ofrecer comodidades adicionales
para justificar tal incremento. O sea, la habitación que usted paga por 6 días,
equivale a ocuparla por un año completo, sólo por razón del mundial de fútbol.
En lo relativo a las entradas a los estadios, principalmente
al plato fuerte de semi-finales y la final, los precios pueden modificarse
hasta 30 veces -en el mundial de Francia la subida de los boletos a la final
sólo fue al triple. Eso parece corregirse en el caso de Rusia mediante la
creación de la ID FAN FIFA, que consiste en un registro de los aficionados que
estará vinculado a los boletos que adquiera. Es un esquema de seguridad del
gobierno ruso, que también contribuirá a la transparencia y quizá reduzca el
mercado negro.
De cualquier forma, a quienes todavía están pendientes de comprar
un paquete para el mundial de Rusia, hay unos cuantos tips para considerar: 1)
Buscar un operador reconocido y con experiencia; 2) Protegerse con un contrato detallado
por escrito con precios fijos; 3) Con respecto al hotel que adquiera, investigar
por su cuenta el estatus del mismo y asegurarse con recepción que usted tiene
una reserva allí; 4) Sí su operador hace su inscripción en el FAN FIFA, verificar
en www.fan-id.ru
Entonces, con todo bajo control, a disfrutar de la fiesta
mundial el fútbol; de la cortesía de los anfitriones; del exquisito arte
culinario ruso; de los monumentos; del paisaje; y de la misteriosa Rusia que
apenas empezamos a conocer desde perestroika y glasnost.
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